Prevenir el alcoholismo

Es muy loable la campaña de prevención del alcoholismo adolescente llevada a cabo por Conciencia y una firma cervecera

Un informe del Observatorio de Adicciones del Ministerio de Acción Social del gobierno de esta ciudad determinó que el abuso en la ingestión de bebidas alcohólicas entre los jóvenes de 19 a 24 años se había incrementado en un 6 por ciento durante el año pasado. A ello se agregó la noticia de que los adolescentes ocupaban el segundo lugar en el triste ranking de los bebedores.

Hay que sumar otros datos inquietantes: por una parte, en las guardias hospitalarias ingresa cada vez un mayor número de jóvenes alcoholizados; por otra, la entidad Alcohólicos Anónimos hizo saber que, mientras años atrás sólo se presentaban pedidos de ayuda de personas mayores de 40 años, en la actualidad un tercio de esas peticiones corresponden a jóvenes.

Casi al mismo tiempo, la Jefatura de Gabinete del gobierno bonaerense dio cuenta de que la falta de licencia para expendio de alcohol y la venta de tragos en vasos que superan los 350 centímetros cúbicos son las principales razones de clausura de bares y boliches bailables en el conurbano.

Desde el comienzo de los controles de nocturnidad se detectó que una infracción cada vez más frecuente es la venta de tragos en vasos más grandes conocidos como "baldes", algo que se encuentra prohibido.

Esta peligrosa inclinación suele comenzar con la ingestión de cerveza, que tiene menor graduación alcohólica que otras bebidas, pero luego sigue con otras de mayor graduación.

Para combatir esa tendencia precoz al alcoholismo se requiere la acción consecuente de quienes velan por la salud juvenil. Como es lógico, esto requiere diálogo, control y continuidad y empieza por la familia, a la que se agrega la acción de las autoridades, los programas de organizaciones sociales y la participación responsable del comercio. Tampoco están ajenas las empresas productoras de bebidas alcohólicas. En este plano, es digna de encomio la campaña emprendida por la Cervecería y Maltería Quilmes, junto a la asociación civil Conciencia, a fin de hacer estricta la venta responsable de las bebidas alcohólicas.

Esa acción, cumplida recientemente, movilizó a 1660 empleados de dicha empresa, los que recorrieron 46.390 comercios expendedores de ocho grandes áreas urbanas del país. En esos locales también distribuyeron folletería coherente con el sentido de la campaña.

Asimismo, fue destacable la colaboración prestada en la ocasión por destacados deportistas del hockey femenino, del fútbol y el rugby, bien conocidos en el país. El lema de la campaña fue muy claro: "No venderles alcohol a los menores". Esta plausible iniciativa, que debería promover otras con el mismo espíritu, sería útil que fuese evaluada en sus efectos para medir sus logros y servir de antecedente para otras acciones. Del ejemplo de sus familiares, de sus maestros y de la sociedad toda, representada en este caso por la unión entre una empresa y una asociación de la sociedad civil, es de donde los jóvenes podrán aprender mejor qué es calidad de vida.