jueves, 3 de septiembre de 2009

Alcoholismo: un vicio que mata

Los adolescentes ignoran los riesgos que corren al abandonarse a las nuevas modalidades de consumo de alcohol



En busca de nuevas experiencias y sensaciones, miles de jóvenes están dispuestos a desafiar, con sus conductas y actitudes, las más elementales normas de convivencia, de responsabilidad comunitaria y las que marca el sentido común. Desde esta columna nos hemos referido en reiteradas ocasiones a los problemas y consecuencias negativas que ocasiona el abuso del alcohol entre los jóvenes. Es una adicción cuya prevención requiere el ineludible compromiso que deben asumir la familia, los establecimientos educativos, las organizaciones no gubernamentales, el Estado y la sociedad.


Ya no se trata solamente del abuso o consumo excesivo de bebidas alcohólicas. Ahora, el desenfreno y el descontrol con este tipo de bebidas tienen otras maneras de manifestarse.

Una de ellas es un fenómeno que no es nuevo, pero sí creciente, la "jarra loca", que consiste en un cóctel de bebidas alcohólicas de todo tipo y psicofármacos que ingieren jóvenes y que los deposita en las guardias de los hospitales, donde cada fin de semana deben pelear por sus vidas. Esta modalidad es muy común en las "previas", reuniones que se hacen en casas particulares antes de ir a los boliches.


Un estudio realizado por la consultora Programar Proyectos Educativos reveló que más del 31 por ciento de los jóvenes entre 13 y 19 años reconoció haber ingerido alcohol en la modalidad binge drinking , que consiste en tomar varios tragos de bebida blanca en un corto tiempo, y un 20 por ciento admitió haberse emborrachado en el mes previo al relevamiento.


El estudio abarcó distintos colegios privados nivel ABC1 situados en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, y entre otras de las conclusiones se subrayó que el 70 por ciento de los jóvenes consultados considera que toma porque ingerir alcohol "te hace sentir más cómodo".


Y, lo que es más grave aún, el informe señaló que los adolescentes desconocen los riesgos derivados del alcohol y que, por ejemplo, un chico puede quedar en coma por exceso en la ingesta. Por ello es menester reiterar la necesidad de promover campañas de información y de prevención.


También, por supuesto, es preciso exigir que desde los diferentes niveles de gobierno se adopten todas aquellas medidas tendientes a erradicar el alcoholismo, haciendo cumplir las leyes y reglamentaciones, especialmente las que prohíben la venta de alcohol a menores y castigando severamente a quienes violan esta prohibición.

1 comentario:

Esteve dijo...
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