lunes, 19 de octubre de 2009

Cigarrillo y dolor

El cáncer de pulmón es una de las neoplasias más frecuentes y el cigarrillo constituye uno de los factores predisponentes más importantes. Por este motivo, cuando aparece este tipo de cáncer en un fumador no produce mayor sorpresa entre quienes conocen su hábito. En esas circunstancias también es habitual que el paciente abandone su hábito e inicie el tratamiento de su enfermedad dejando atrás para siempre al cigarrillo.

Pero esta conducta no es uniforme y muchos individuos aun continúan fumando, tal vez en la creencia de que ya es demasiado tarde para decidirse a dar el gran paso de dejar de fumar.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Duke (EE.UU.) estudiaron alrededor de 900 pacientes con diagnóstico de cáncer de pulmón, provenientes de 4 instituciones, y establecieron que el 17% continuaban con el hábito de fumar. En ellos, y en comparación con quienes habían abandonado el cigarrillo, estudiaron qué pasaba con el grado de dolor que experimentaban. Esta investigación se asemejó a otras efectuadas en pacientes que continuaban fumando, con relación a problemas de cicatrización, eficacia de los tratamientos oncológicos, aparición de recaídas, tumores y nivel de sobrevida.

En el órgano oficial de la American Pain Society (The Journal of Pain) se publicaron los resultados de esa investigación, donde se concluye que los pacientes con cáncer de pulmón que continuaban fumando presentaban niveles de dolor más elevados, además de presentar mayor gravedad en otras manifestaciones de la enfermedad, como fatiga o dificultad respiratoria.

El impacto de estos resultados resulta más que elocuente, y los propios investigadores proponen firmemente la implementación de estrategias que lleven a que los portadores de cáncer de pulmón dejen el cigarrillo.

Existen varias reflexiones y preguntas que pueden surgir a partir de la lectura de esta síntesis de la investigación. En primer lugar, los mecanismos complejos que se conjugan en el acto de fumar y la dificultad para abandonar el hábito, aun en presencia de situaciones en las que claramente puede inferirse la relación entre tabaco y enfermedad.

En segundo lugar, la necesidad de investigar las causas por las cuales se observa este agravamiento en los niveles de dolor en función del acto de fumar, y qué papel juega la nicotina en este situación.

De todos modos, estos resultados movilizan el interés de los profesionales tanto oncólogos como clínicos, para trabajar en este aspecto de los hábitos de sus pacientes oncológicos.

Reflexione sobre estas noticias que reafirman el papel negativo del cigarrillo, tanto en la salud como en la enfermedad.

Editora Médica Digital, 2009


3 comentarios:

makistakis dijo...

Hola, Joan, como NO savia por donde empezar, después de leer este post, sobre el tabaco y el tabaquismo, decir como aportación a este, que, fui fumador empedernido desde los 12-13 años, hasta mis 58, decir que, en este periodo creo haber consumido TONELADAS, parece una burrada pero creo NO exagerar, nada, de nada.
Decir que me costo, algo así como cinco años, desde que comencé a plantearme la necesidad de abandonar este maligno y caro vicio.Estube en manos de curanderos, santeros, realice un tratamiento, el único que existe en el mercado que no contiene nicotina(Cintabak) carísimo ,pero no pude terminarlo por una reacción alérgica.
Te preguntaras ¿todo esto para que? O ¿baya rollo se tira este?, pero creo que al fumador de años ay que tratarle mas bien como un enfermo.
Dirás finalmente ¿Qué paso? Pues que llego un buen día, primeros de mayo del 2007 y dije, desde hoy NO fumo mas y hasta ahora, decir que considero haber tomado ese día una de las decisiones mas importantes de mi vida.
Aseguro haber ganado en: recuperación de olfato, recuperación de paladar(o gusto al comer) respiración, no esputos al levantar, no pitos al acostar etc. etc.
Creo que para todo fumador, que acceda a este Blog, no dude en que puedo comentar aun mas beneficios, pero creo debe quedar claro, que mientras el fumador, NO, lo decida y se considere en condiciones de decir “desde mañana NO fumo” por muchos consejos, recomendaciones o medidas disuasorias que se apliquen el fumador, NO lo dejara.
Bueno Joan, ya ves y comprobaras soy un poco royo, pero que le vamos a hacer cada uno es como es,
Un abrazo chaval, de este abuelo rollete.

Don Miguel dijo...

Concuerdo con Makistakis y agrego que la sensación definitiva de dejar de fumar es algo así como la conquista de una medalla de oro para un deportista. Pasadas las primeras semanas la satisfacción es tan grande como ganarse la lotería. Pero cumplida esa meta hay que ir a por la siguiente y es "No permitir que se fume en nuestra presencia especialmente en lugares cerrados", `porque si no, sólo habremos cambiado de apellido; me explico: Si hasta allí te llamabas FUMADOR(A) ACTIVO(A), seguirías siendo FUMADOR(A) PASIVO(A)y lo que importa es NO VOLVER A SER FUMADOR(A)

Joan Baeza Ransanz dijo...

Muy buena conclusión Miguel.
Esto es importante que se lo transmitamos a los ex-fumadores,

Gracias por tus aportes makistakis, sobre todo por expornernos tu experiencia personal.

Abrazos a los dos.

Joan